Marta García Aller analiza el último informe de la UCO: "Santos Cerdán era a la vez corruptor y corrompido"
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Tanto resignificar la Transición, ahora le ha tocado al Penta. Ese bar de Malasaña que Nacha Pop convirtió en icono de La Movida en La Chica de Ayer. Según la UCO, era uno de los lugares de encuentro de los trapicheos de Santos Cerdán para amañar licitaciones de obra pública entre Acciona y Servinabar, la empresa navarra de la que Cerdán tenía una parte. Todo presunto, de momento.
Según la UCO, Cerdán maniobraba para que Servinabar recibiera encargos que luego él cobraba en especie, viviendo a gastos pagados. Es decir, era a la vez corruptor y corrompido. El que adjudica a la constructora y el que luego lo cobraba a través de ella. Todo queda en casa. Prebendas a cambio de adjudicaciones. Lo de siempre.
Más interesante es el modo de gastarlo. Con una tarjeta de crédito asociada a la empresa de la trama. La usó hasta el día antes del arresto de Koldo. Tanto lío con el efectivo para luego ir dejando un rastro de los gastos como Pulgarcito. Cómo serían los gastos para que hasta a su socio de Servinabar (uno de los del Penta), le incomodara Cerdán por tanto "gastar y gastar". Que a "La Paqui la conocen todas las vendedoras de El Corte Inglés", decían. La Paqui es la mujer de Cerdán.
El presidente Sánchez, sin embargo, marca distancias y presume de haber sido contundente contra la corrupción en todo momento. Eso sí, siempre a rebufo de la UCO. De hecho, cuando Aldama ya había señalado a Santos Cerdán y había noticias en las que no cuadraba que Cerdán pudiera pagarse el aticazo en que vivía, cuando se multiplicaban los indicios, en Moncloa seguían sin sospechar nada de nada.
Acuérdate de que Pedro Sánchez y su mujer invitaron a cenar a Santos y a La Paqui un mes antes del informe de la UCO, del otro. El que lo llevó a prisión. El presidente quería mostrarle su apoyo. Era cuando todo era una inventada, Santos Cerdán víctima de la fachosfera y El Penta solo un bar de La Movida.
¿Moraleja?
Hay que tener jeta, para gastar mordidas con tarjeta




